martes, 7 de diciembre de 2010

De tapeo por Igualada


Como no todo va a ser igual, os quiero comentar otra de mis grandes pasiones; los bares y restaurantes. Lo debo llevar en la sangre. Mi padre solía frecuentarlos, mas los bares,  pero me enseñó a "comportarme en un Restaurante correctamente". Me gusta comer. Pero mas que llenarme como hacen algunos... me gusta saborear platos nuevos, o tradicionales a mi paladar pero con un toque personal distinto. Nadie hace igual la carne con tomate. No quisiera redactar una guia, sino hacer un breve comentario sobre los nuevos lugares que vaya conociendo en cuento a tapear o comer de mantel.
No hace demasiado me encontraba con mi familia buscando un sitio donde tomar una cervecita y alguna cosilla de picar. Al estar en una ciudad relativamente nueva para nosotros, no dejábamos de dar vueltas como si de encontrar el Santo Grial se tratara. Seguro que los conocedores de la zona pensaran en mas un un lugar sin comparación con los demás, pero nosotros, prácticamente forasteros no nos decidíamos por ninguno de los que íbamos viendo. Decidimos retomar el coche que habíamos dejado previamente en el parking situado en la zona centro, suponiendo que al estar en el meollo encontraríamos algo de nuestro agrado. Al no ser así, tomamos camino hacia la zona del hospital. Me sonaba que por aquella zona había visto algunos bares con cierta buena pinta. A todo esto diré que la ciudad en cuestión es Igualada, una ciudad situada a unos 60 km. de Barcelona. 
La zona en cuestión, mitad polígono industrial, esta bien para aparcar. Empezamos bien. Nos decidimos por uno de los bares situados a lo largo del paseo lateral que conforma la Avenida. Tipi Tapa (espero no tener problemas legales por poner segun que datos, con lo que solo comentaré los lugares que hayan sido de mi buen ver y evitaré los que yo no crea recomendables). Aclarado el punto anterior proseguiré con mi experiencia.
El local a priori no es muy grande, de hecho solo somos cuatro conlo que tampoco hace falta mucho. La hora es un poco mas temprana de lo normal en estos casos y eso nos da ventaja a la hora de elegir sitio dentro del salon comedor. En cuanto a decoración, un poco soso a mi modo de ver. Muchos paneles negros combinado con un gris poco acertado. El camarero atento, parece bastante simpático y nos atiende con agrado. Siempre me gustó mirar la carta de los bares aunque no tuviese pensado comer. Buena cocina, buen bar. La carta de tapas la encuentro justa pero no ridícula, tiene variedad. Decidimos pedir consejo y tras comentarlo entre todos nos pusimos manos a la obra. La cocina parece que está a punto, pues los platos no tardan en ir apareciendo. Lo primero que visita nuestra mesa es un plato de tamaño acorde con el precio, de calamares a la andaluza, a los que el camarero llama Sevillanos. Simplemente deliciosos, tiernos, sabrosos, calentitos... le siguen unas patatas bravas mas convencionales pero también mimadas con una ligera salsa. Pulpitos es una cosa que aborrecí en la mili, pero a mi hijo le apasionan y quiso probarlos. Pasaron examen y quedaron con buena puntuación. Metidos en tarea y dado que el reloj no se había parado, tomamos la decisión de tomar algo mas y que esto sirviese de cena. Fueron saliendo mas platos de la cocina tales como cochinillo buenísimo(esta tapa creo que era mas justa de tamaño), unos chocos tambien muy tiernos... en fín. El resultado fue una cuenta que no llego a 50 € y una satisfacción plena de los cuatro comensales tragaldabas que abandonaban el local en busca del calorcito de la calefacción del coche, mirando hacia atras y diciendo al unísono, aquí tenemos que volver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario